Siempre

El coco y mi coco

Este post sirva de agradecimiento a todos los que entre un 1% y 100% me han ayudado y me han dado terapia, además de que me han hecho convencerme de que no todo en este planeta es malo, grisáceo o tristón. No sé escribir tan sabrosamente como otros, pero lo que importa es la intención y la nobleza que me han mostrado.

Ahorita precisamente me estoy echando un coco exquisito, como hace mucho tiempo no lo hacía, y sabe de perlas. Es verdad que la playa hace bien cuando uno tiene la apertura de que algo externo le haga un bien interno. Eso me está pasando justo en este momentito y lo disfruto y lo dejo sentir.

Hablando de otros cocos, ya me va creciendo el cabello y en breve regresarán los rizos "que mataban"; eso digo yo, aunque uno nunca sabe lo que literalmente ha de pasar por la cabeza... ¿o sí?

Madre, millones de gracias por lo que hiciste y por ese viaje maravilloso a Los Cabos que nunca fueron tan terapéuticos para nadie. También eternos agradecimientos a Isma, a Clara, a Majo y a Inphi, siempre leales a las causas terribles.

Mis primeras elecciones (con 'r')

Las viejas que en su momento se me antojaron. Un pensamiento bastante maletón entre semana pero que me ayuda a despejar la mente en tiempos donde no despejo ni un balón de futbol (fúbol dirían en Fox Sports).

Bueno, pensándolo bien, cuando andaba yo apenas saliendo del pesebre, tuve mis primeros chupetones mentales con la princesa de Star Wars (por cierto que la acabo de ver y no mamen, ¡qué le pasó!). La edad no sólo hace que uno enjejezca; también hace que uno realmente chafee.

Siguiendo con las caderonas, mi peor placer culpable debe ser la "Pelangocha". Sí, lo dirán, es una jalada, pero ¿alguien niega que tenía algunos (poquísimos) ángulos favorecedores a finales de los 80's?

La güerita Gaby Goldsmith siempre me gustó por sus piernotas. Tanto fue así que me sirvió (y quizá me siga sirviendo) de molde para saber que ando con una buenona o con una tilica de la cintura para abajo. Claro que ahorita no tengo ni cara para comparar, jeje.

Y para acabar, no podía faltar una Timbiriche y una Parchís: Sasha y Yolanda, respectivamente. Las dos guapetonas, viejas para presumir y no tanto para antojar. Quizá por eso mismo las dejé hasta el final del ranking de antojitos de niño.

Vaya post idiota (ya llevo varios y me empieza a preocupar), pero es miércoles en la noche, no tengo mucha chamba, no tengo muchas ganas de dormir, no quiero salir, no me pienso meter hoy al mar, no son horas de asolearme ya, no tengo vieja que me diga "cochino" por escribir estas cosas y, por encima de todo, no me importa nada más que decir lo que me venga en gana.

Este post está dedicado a todas esas carnes que en su momento quise trepar al asador.

Me hace falta maquillaje

Ando demacrado. "Me hace falta maquillaje", diría seguro si fuera vieja.

Acabadito de levantar en un domingo cualquiera, contemplo la posibilidad de una nueva mudanza. Pero primero debo cambiar de pelaje, de condiciones climatológicas en mi vida sentimental. De por sí, ahorita ando solo, solitario, en soledad, aislado, mudo, sordo, ciego, seco y con grandes intenciones de no tocar nada para que la sobriedad sea impoluta.

En 2001 encontré a mi entonces NOVIA en MI CAMA, en MI EX CASA, con MI TELE PRENDIDA viéndolos, dando una buena dosis de masajes afrocaribeños a un incauto que no era MI AMIGO por ningún lado. Y menos en ese momento, aunque el tipo tuviera MI MISMA CARA DE PLACER.

Todo quebró dentro de mí en ese momento sucedido hace casi 8 años.

Hace poco, en 2008, una historia similar me cayó encima para confirmar que todo mundo es capaz de dañar si existe una buena razón, pero especialmente, si existe una mala. Estamos hechos para eso, para lastimar y jodernos. Este último verbo es placentero y caótico. Por eso es voluble, como una mujer que se dice feliz y que, un buen día, te comenta que ya no lo es, y para muestra... una infidelidad.

David, a ver cuándo lo entiendes: eres..... no ave de tempestades, sino imán de infidelidades y cogidas a tus espaldas. El sexo nunca fue tan doloroso porque, aunque sí implica a mi novia, no es conmigo. Y no me da pena decirlo, me da pena que me pase, y dos veces.

Por eso pienso en mudarme, aunque a la vez uno puede imaginar que la solución no está en abandonar la tierra en que te han cuerneado. No lo sé. Debí ser político y engañar yo.

Under the folding branches

A veces sí que me pongo nostálgico con esta época. Y luego me doy más en la madre con rolitas nostálgicas. UNDER THE FOLDING BRANCHES me la recomendaron unos buenos amigos hace tiempo y no dejo de escucharla. Como que va bien con diciembre y con todo lo que uno suele hacer este mes.

Sólo que me siento solo, sólo que estoy solo, sólo que por cuestiones raras, la pasaré solo. Así lo decidí y lo asumo. Una feliz navidad a solas.

¿Sueños húmedos conmigo?

Lo sé, lo sé, los abandoné, pero estoy de vuelta.

Y hoy es simplemente decir una pregunta que me encantó en una farra con cuatachos del alma acá en arenas cancunenses: "¿Es cierto que has tenido sueños húmedos conmigo últimamente?".

Es una estupidez, sí, pero me pareció fabulosa la frase. Ya estamos llegando con varias nenorras a preguntarles esto y miren cada cosa que uno empieza a escuchar en las contestaciones, jeje.

Hagan la prueba: no todo es malas respuestas.

ATM

Un viaje en puerta y una piñita colada en mis manos. Qué más puedo pedir. Hay algunos días en la vida en que las extrañas circunstancias hacen que uno se sienta a toda m.

Es mi caso al menos en este martes que para muchos podría ser gris y hasta irrelevante, pero no para mí. Ya le encontré de nuevo sabor a la existencia y estamos sólo esperando que unos buenos amigos vengan esta noche a brindar.

¿Brindar por qué? Por lo que sea. Son los mejores brindis, los que no se sujetan demasiado a un motivo en particular. Y como yo no tengo mucho qué decir, pero sí mucho que expresar, pues hoy lo digo: ando ATM.

Todos han sentido esto al menos una vez en la vida. Puedo asegurarlo.